No quería saber nada. Sol Pérez (25) había decidido mantener sus relaciones amorosas bajo estricta reserva. Su argumento era subjetivo. Aseguraba que cada vez que contaba que estaba en una relación, a los pocos días se terminaba. Entonces, cansada de esa situación, decidió apostar al silencio. Hasta los últimos días, que la realidad le dio la tranquilidad suficiente a la conductora de Gossip.
Y hoy disfruta de poder hablar de su nueva pareja sin pelos en la lengua. Hace poco más de un mes, la panelista de Involucrados cruzó insinuantes miradas con un joven de ojos claros y curvas marcadas, en un boliche de Costanera. Y cuando la rubia fue al baño, él aprovechó para acercarse hasta ella y comenzar la comunicación con un simple y bien educado “Hola”.
Claro, después de ese saludo vinieron muchas y muchas más palabras, con la ventaja de que ya se conocían de antes, aunque nunca ninguno de los dos se había animado a dar el primer paso. Sin embargo, la que arremetió esa noche fue la blonda, que no se quedó atrás, tal cual ella misma lo reconoció: “ ¡Me lo levanté yo, en el baño!”.
El afortunado en cuestión es Rodrigo Luna Benítez, licenciado en administración de empresas que se dedica a su gran pasión, el profesorado de equitación. Con el profe comparten juntos seis de las siete noches de la semana y ya están probando las mieles de la convivencia, pensando, tal vez, en concretar una vida bajo el mismo techo. “La paso muy bien con ella y es lo que necesito hoy”, definió el carilindo.
Pero si bien todo es color de rosa entre ellos, tienen algunas pequeñas diferencias en el día a día. Pérez suele quejarse de que su novio no hace lo que ella suele pedirle, como prepararle un café. Eso sí, lo tiene a raya en cuanto a lo físico y lo intima a que todos los días vaya al gimnasio. El amor está en el aire.
