En pleno corazón del barrio de Almagro existe un espacio teatral donde el tiempo se detiene .Un espacio que invita a nuevas experiencias y que cuenta con la colaboración de los vecinos y artistas de primer nivel que no podes dejar de conocer. Detalles.
En una esquina del barrio de Almagro se ubica un Teatro que presenta la obra Bombón Vecinal. Un teatro mágico que te invita a vivir experiencias novedosas en un contexto moderno.
Un taller mecánico y una peluquería forman parte del ciclo breve de talleres y puesta en escena del teatro.
La propuesta surgió hace 5 años .Desde entonces comenzó a tomar forma de un maravilloso petit hotel de la avenida Corrientes que era un mazazo al bajón de la tarde de los domingos. Cada media hora, desde el hall central de una casona señorial, salían grupitos de espectadores hacia distintos espacios de la casa en donde se presentaban obras cortas experimentales. Aquella brillante idea curatorial de Monina Bonelli y Cristian Scotton dejó su marca en la escena porteña.
Bombón Vecinal es una propuesta que presenta piezas cortas creadas por artistas de primer nivel que cuenta con la colaboración de sus vecinos. Allí reside el estilo único y especial de la Obra.
Esta experiencia de viajes por mundos de historias pequeñas e intensas se mudó de la casona de principios de siglo pasado a la esquina de Sánchez de Bustamante y Sarmiento. De los domingos se mudó a los viernes de febrero. Si el punto de encuentro de Teatro Bombón era el gran salón distribuidor, el de Bombón Vecinal es el Sanata Bar, el que reabrió David, su dueño, y que oficia de punto de encuentro y boletería. Desde esa esquina, de las 21 a las 23, salen contingentes cada 30 minutos hacia casas vecinas o historias de recorrido. Despliegan sus hojas de ruta por dos departamentos en un tercer piso, un taller mecánico, un estudio de fotografía, un centro cultural barrial, una casa antigua, una peluquería o por las mismas cuadras de calles sin tránsito, con mesas sobre el pavimento, con músicas diversas y clima de un cotidiano urbano tomado por una mirada artística.
La tradicional esquina cambia de estilo cuando entran en escenas las piezas representativas.
El radical pop latino invade la zona. Complementan el escenario la fachada de una panadería barrial minimalista, casi vienesa, pero nacida y criada en Almagro. El paisaje se complementa con las puertas de las casas de los vecinos abiertas y sillas en la vereda. Esos rostros de la gente de la cuadra son los que aparecen proyectados sobre una pared medianera de la esquina. Esa intervención urbana se llama “Álbum vecinal” y pertenece a Marcelo Zappoli. Marcelo es vecino de la cuadra. De hecho, en su estudio tiene lugar uno de los más preciados bombones.
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