El ícono emblemático de la Ciudad de Buenos Aires, el 23 de mayo, cumple 85 años de su fundación. Su fachada está siendo pintada y restaurada para estar a tono con su importancia como símbolo de la Ciudad para el país y el mundo.
El 15 de marzo comenzaron los trabajos y se espera terminarlos para el 12 de mayo. De esta forma, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, se ocupa de poner en valor al monumento representativo de la ciudad para el festejo de sus 85 años. Para realizar las tareas correspondientes, se ha firmado un convenio con la Cámara Argentina de Pintura y Restauradores (CEPRARA). En el proyecto de restauración está comprendida la pintura de las cuatro fachadas y las rejas que lo rodean. Comenzaron con el hidrolavado a fondo. A esta altura, ya van avanzando con la pintura.
El Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires se inauguró el 12 de mayo de 1936. La decisión de su construcción se basó en la necesidad de crear un símbolo recordatorio de los 400 años de la fundación de la Ciudad y que sirviera además, como el homenaje de la Capital al resto de la Nación. La orden de la construcción fue emitida por un decreto del intendente porteño Mariano de Vedia y Mitre, del 3 de febrero de 1936, por el cual designó al arquitecto Alberto Prebisch, para la elaboración del proyecto. La obra comenzó el 20 de marzo de ese año, a cargo de la firma alemana Siemens Bauunion, Grun & Bilfinger. Empleando tecnologías de avanzada para la época, concluyó la obra en 60 días y se inauguró el 23 de mayo de 1936.
La ubicación elegida resultaba estratégica y adecuada, era parte de un plan de modernización urbana, del presidente de la Nación, general Agustín P. Justo. En el medio de los festejos por los 400 años de la fundación de la Ciudad. Coincidía también, con el ensanche de la avenida Corrientes. La construcción de la avenida Norte-Sur (actual 9 de Julio) y la Diagonal Norte Av. Pte. Roque Sáenz Peña. Incluía dos rotondas, una en la “Plaza de la Republica”, a la altura de Corrientes y la otra, en el cruce de la avenida Norte-Sur con Avenida de Mayo. El lugar estaba ocupado por la iglesia de San Nicolás de Bari, la tienda “A la ciudad de Londres”, el “Teatro del Pueblo”, el circo “Hipodrome” y el viejo “Luna Park”, que fueron demolidos para dar paso al monumento icónico de la Ciudad.
Datos del Obelisco
Tiene una altura de 67,5 metros. Es un trapecio que parte de una base cuadrada de 7 x 7 metros. Termina en una punta del tipo piramidal. Donde existen cuatro ventanas con persianas metálicas. Desde el interior, se puede llegar a la cima, subiendo por una escalera recta con 206 escalones, 7 descansos cada 8 metros y uno a 6 metros. En su construcción inicial se habían revestido sus cuatro fachadas con unas lajas de piedra calcárea, pero, un tiempo después, algunas se desprendieron y fueron reemplazadas por un revoque cementicio pintado de blanco. Con molduras que semejan bloques de piedra. El Arquitecto Alberto Prebisch, autor del diseño de la obra, se refirió a ella, con esta frase: “Se adoptó esta simple y honesta forma geométrica porque es la forma de los obeliscos tradicionales… Se le llamó Obelisco porque había que llamarlo de alguna manera. Yo reivindico para mí el derecho de llamarle de un modo más general y genérico… Monumento”
Por Francisco Grillo
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