Después de un año de obras, las nuevas instalaciones serán ocupadas por equipos liderados por Vanesa Gottifredi y Andrea Gamarnik. Entre otras cosas, todos cuentan con sistemas de aire de última tecnología, mesadas más amplias para tareas de experimentación e instalación eléctrica, de plomería y de datos renovadas.
La espera se hizo larga, pero bien valió la pena. Después de un año en obra, se inauguró en el primer piso del Instituto tres laboratorios que fueron completamente remodelados y modernizados. Se trata de la primera gran reforma desde que la Fundación se mudó en 1983, al edificio que está ubicado frente al Parque Centenario, construido por el reconocido arquitecto Mario Roberto Álvarez.
“Estamos realmente muy contentos de haber llegado a este día. Fue un trabajo muy importante de coordinación y planificación, en el que estuvieron involucrados muchos sectores, desde Mantenimiento y Gerencia, hasta Administración y Seguridad e Higiene”, resaltó la directora, Angeles Zorreguieta, en el brindis realizado luego de corte de cintas. Y describió: “Se realizó una completa modernización y acondicionamiento de tres laboratorios y áreas comunes para satisfacer las necesidades actuales. Hay cambios evidentes, como los muebles y las mesadas que se hicieron a nuevo y permiten un mayor número de escritorios para el análisis de la información, además de espacios para oficinas; pero también hay cosas que no se ven y son fundamentales como la renovación de toda la instalación eléctrica, de plomería, y del sistema de datos. El aire acondicionado usa una nueva tecnología, mucho más eficiente”.
Para que puedan continuar sus proyectos altamente relevantes y estratégicos, en las mejores condiciones de infraestructura, las nuevas instalaciones serán ocupados por los grupos que lideran Vanesa Gottifredi, presidenta de nuestro Consejo de Administración y jefa del Laboratorio de Ciclo Celular y Estabilidad Genómica; y Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular. Queda por definir quiénes aprovecharán el otro laboratorio reformado.
Gracias al diseño original y la excelencia de los materiales utilizados en la construcción de la sede, no había sido necesario realizar obras de mantenimiento importantes. Pero 41 años después se consideró importante adaptar la infraestructura a los nuevos requerimientos, con materiales e instalaciones más eficientes y sustentables. “Acabamos de dar el primer gran paso de un camino en el que esperamos seguir avanzando”.