Las importantes inundaciones de Bahía Blanca comenzaron en las primeras horas del 7 de marzo causando graves daños materiales, la evacuación de miles de personas y el fallecimiento de 16 personas.
Numerosos barrios quedaron completamente inundados, con calles convertidas en ríos y viviendas sumergidas bajo el agua. La situación se agravó debido a la insuficiente capacidad del sistema de desagüe urbano y la saturación del suelo por las lluvias previas.
Al menos 1450 personas debieron ser evacuadas y muchas familias perdieron sus hogares y pertenencias, y grandes sectores de la ciudad quedaron sin servicios básicos por varios días.
Este desastre generó una fuerte reacción de la sociedad en todo el país y rápidamente comenzaron las campañas solidarias.
Una de las primeras fue en el barrio de Caballito donde la Parroquia de Caacupé se movilizó para ayudar a los inundados de Bahía Blanca.
En momentos de crisis y necesidad, la solidaridad y la generosidad de la comunidad pueden hacer una gran diferencia y la Parroquia de Caacupé con el Padre Eusebio Hernández a la cabeza, es un ejemplo inspirador de esta solidaridad en acción.
La parroquia se ha movilizado para juntar ropa, alimentos, agua, colchones, lavandina y artículos de limpieza para aquellos que han sido afectados por esta tragedia.
“Esta iniciativa, que comenzó hace varias días, ha contado con la participación activa de los vecinos, feligreses y voluntarios de la parroquia, quienes han trabajado incansablemente para recoger y clasificar las donaciones. La respuesta ha sido abrumadora, con cientos de kilos de ropa y alimentos recolectados hasta el momento. A la colaboración de los vecinos, se sumaron jóvenes seminaristas que también vinieron a sumar su trabajo. Estamos muy agradecidos por la generosidad de nuestra comunidad», dijo el padre Eusebio, párroco de Caacupé. «La solidaridad es un valor fundamental de nuestra fe, y es un privilegio poder ayudar a aquellos que están pasando por un momento tan difícil».
Las donaciones recolectadas por la parroquia han sido enviadas a Bahía Blanca, donde están siendo distribuidas entre las familias afectadas por las inundaciones. La ayuda ha sido recibida con gran gratitud por aquellos que han perdido sus hogares y pertenencias.
Ya han partido desde Caacupé más de 15 camiones repletos de donaciones y aún se siguen recibiendo.
La parroquia continúa trabajando para ayudar a aquellos que han visto afectados y su esfuerzo nos recuerda que, juntos, podemos hacer una gran diferencia en la vida de los demás.