La asistencia a las escuelas porteñas “decayó abruptamente en todos los niveles”, según un relevamiento de la Multisectorial por la Educación Pública. Sólo un 18% sigue en modalidad presencial.
El 82% de las familias no envía a sus hijos a las escuelas porteñas para resguardar su salud. El dato surge de la Multisectorial por la Educación Pública, conformada por gremios docentes, sindicatos y familias que integran la comunidad educativa. Y se basa en datos propios y oficiales sobre cantidad de contagios en docentes y alumnos y sobre las burbujas que cerraron por la aparición de casos y otras que directamente lo hicieron porque durante las últimas semanas ya no asistían estudiantes.
Las cifras son actualizadas al 4 de junio de este año, y se focaliza en la asistencia de estudiantes a las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires. “La misma decayó abruptamente en todos los niveles a partir de acciones de la comunidad y el planteo de las familias, estudiantes de distintos niveles y modalidades”, señala el informe. Cabe destacar que las familias de la comunidad educativa se organizaron a partir de que el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y su ministra de Educación, Soledad Acuña, tomaran la decisión de violar el DNU presidencial sanitario, que tiene como objeto disminuir la cantidad de contagios en la zona del AMBA. Esas mismas acciones comenzaron incluso días antes de la negativa de Larreta de suspender temporalmente las clases presenciales.
La respuesta de las familias fue inmediata y, junto a las medidas de fuerza tomadas por los gremios docentes, lograron frenar aún más la escalada de contagios en CABA y que se agrave la situación sanitaria.
El relevamiento se efectuó sobre un total de 925 escuelas, de las cuales 284 corresponden al nivel inicial, 585 al primario y 56 a escuelas de educación especial. El documento destaca un dato que no es menor: el nivel secundario “en todas sus modalidades trabaja en formato virtual, situación lograda por la comunidad educativa a partir de demandas administrativas, judiciales, colectivas e individuales”.
Mediante un formulario se cuestionaba el total de la matrícula de la escuela y, en caso de ser jornada simple, el total en cada turno. Los datos arrojados fueron contundentes: la presencialidad en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires en este momento es de 18,03%. El desagregado de los niveles es aún más relevador: el nivel inicial tiene un presentismo total de apenas el 19,7%; el nivel primario del 23,2%, y el más bajo pertenece a la Educación Especial con sólo el 11,2% de asistencia.
Entre las razones del ausentismo, las familias respondieron mayoritariamente tres aspectos: el temor a que la/el estudiante contraiga COVID-19 y que pueda incluso transmitirlo a alguien de su grupo familiar; los aislamientos de burbujas que se llevan a cabo a partir de casos positivos o casos sospechosos ya sea de estudiantes o docentes; y por último, la franja de estudiantes dispensados de concurrir por pertenecer a algún grupo de riesgo.
La respuesta y el acompañamiento de algunos referentes educativos no tardó en llegar. “¿Por qué la Ciudad de Buenos Aires todavía no colapsó como Córdoba? Porque las familias rechazan la presencialidad negacionista”, opina en sus redes Eduardo López, secretario adjunto del gremio UTE. “Sólo el 18% de los estudiantes concurren a clases presenciales según el relevamiento de la Multisectorial Educativa. La vida vale más que la campaña”, remata.
Otro dato interesante que arrojó el informe realizado por la Multisectorial por la Educación Pública fue que las zonas con menor asistencia a clases presenciales fueron la Comuna 5, con apenas el 16,33% de asistencia; la Comuna 2 con el 16,9%; y las comunas 9, 3 y 4 con el 17%, 17,3% y el 17,63% respectivamente. Estas cifras refuerzan aún más el nivel de conciencia de las familias que han decidido no llevar a sus hijos e hijas a las escuelas, dado que -si bien los números de asistencia son bajos en todos los barrios de la Ciudad- las comunas destacadas son las que en peor situación sanitaria se encuentran desde hace varias semanas, aunque el presentismo de cada nivel se mantiene dentro de los mismos guarismos en cada comuna porteña. Un nivel superior de asistencia se halla en alguno de los barrios cuyos habitantes poseen mayores ingresos económicos y una mejor calidad de vida, como es el caso de la Comuna 14, donde se ubica el barrio de Palermo con el 20,66% de asistencia; la Comuna 6 donde se encuentra el barrio de Caballito con el 19,33%; y la Comuna 15 integrada por los barrios de Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas, con el 19,2%.
Otra de las referentes de la comunidad educativa que se refirió al tema fue la legisladora porteña Lorena Pokoik, quien además es la vicepresidenta de la Comisión de Educación de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires: “Tanto Larreta como Soledad Acuña, en vez de atacar a la comunidad educativa, le tienen que agradecer porque la Ciudad no colapsó gracias a ella”, destacó Pokoik en sus redes sociales, refiriéndose al “Gran relevamiento de la Multisectorial”.
Los datos vertidos en el informe son contundentes y advierten que las familias que integran la comunidad educativa decidieron no enviar a sus hijas e hijos a las escuelas porteñas como una medida de resguardo a su salud ante la ausencia del Estado porteño. “Desde la Multisectorial por la Educación Pública seguimos exigiendo al GCBA que la educación pase a modalidad remota en cumplimiento de las resoluciones del Consejo Federal de Educación”, culmina el informe.