mayo 2, 2024
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La batalla de la Vuelta de Obligado y la Soberanía Nacional

¿Porque el 20 de noviembre es feriado? Una historia cargada de simbolismos, callada durante años, justifica la conmemoración.

“El 20 de noviembre de 1845, siendo el general Juan Manuel de Rosas responsable de las Relaciones Exteriores del territorio nacional, tuvo lugar el  enfrentamiento con fuerzas anglo-francesas conocido como la Vuelta de Obligado, cerca de San Pedro. La escuadra imperialista intentaba obtener la libre navegación del río Paraná. Esto permitiría que la sitiada Montevideo pudiera comerciar tanto con Paraguay como con las provincias del litoral”. 

(Extracto para El Historiador del libro Los mitos de la historia argentina 2, de Felipe Pigna).

El 20 de noviembre fue instituido como feriado nacional con el objetivo de reivindicar una de las epopeyas argentinas más importante y olvidada: el Combate de la Vuelta de Obligado.
Este episodio de nuestra historia ocurrió en 1845, cuando Gran Bretaña y Francia, las dos potencias económicas, políticas y bélicas más grandes de la época, se unieron para atacar a la Argentina. El objetivo de la invasión fue de índole económica y política: la expansión de sus mercados y   formar un nuevo país, la “República de la Mesopotamia”, que debilitaría a la Argentina y haría del Paraná un río internacional de navegación libre. 

La escuadra anglo-francesa estaba formada por 11 buques de combate que navegaban  por el río Paraná desde los primeros días del mes de noviembre, dotados con armas de alta tecnología como los nuevos «barcos de guerra a vapor» y los cañones estriados de carga posterior. La Flota Inglesa estaba al mando del Almirante Inglefield (150 cañones) y la francesa al mando del almirante Lainé (282 cañones).

La defensa contra los invasores
Para enfrentar la invasión imperialista la principal fortificación argentina se concentró en la Vuelta de Obligado, donde el río tiene 700 mts. de ancho y un recodo pronunciado dificultaba la navegación a vela.
El general Lucio Mansilla a cargo de las acciones para repeler el ataque,  hizo tender, de costa a costa, sobre 24 lanchones, tres gruesas cadenas. En la ribera derecha del río montó 4 baterías artilladas con 30 cañones, muchos de bronce, con calibres de 8, 10 y 12, siendo el mayor de 20, los que eran servidos por una dotación de 160 artilleros. Además, en las trincheras había 2000 hombres al mando del coronel Ramón Rodríguez y un único buque de guerra- el Republicano – que tenía como misión cuidar las cadenas que cruzaban el río.

La precaria defensa argentina estaba armada según el ingenio criollo. Diez de los lanchones estaban cargados de explosivos. Al asomarse la escuadra imperial, el general Lucio N. Mansilla, cuñado del gobernador  Rosas y padre del genial escritor Lucio Víctor, arengó a las tropas: “¡Vedlos, camaradas, allí los tenéis! Considerad el tamaño del insulto que vienen haciendo a la soberanía de nuestra Patria, al navegar las aguas de un río que corre por el territorio de nuestra República, sin más título que la fuerza con que se creen poderosos. ¡Pero se engañan esos miserables, aquí no lo serán! Tremole el pabellón azul y blanco y muramos todos antes que verlo bajar de donde flamea”.  

A continuación de la arenga, las fanfarrias comenzaron a tocar  las estrofas del himno y desde las barrancas del Paraná las baterías abrieron fuego sobre el enemigo. La lucha, claramente desigual, duró varias horas hasta que por la tarde la flota franco-inglesa desembarcó y se apoderó de las baterías. 

El combate se inició al amanecer con múltiples bajas por parte argentina: 250 muertos y 400 heridos, 21 cañones de la batería cayeron en poder del enemigo que los inutilizó. Asimismo, incendiaron los lanchones que sostenían las cadenas y se perdió el buque Republicano, que fue volado por su propio comandante ante la imposibilidad de defenderlo.
Los agresores, por su parte, tuvieron 26 muertos y 86 heridos y sufrieron grandes averías en sus naves que obligaron a la escuadra a quedarse 40 días en Obligado para reparaciones de urgencia.
 

El 20 de noviembre, se recuerda este enfrentamiento y es el Aniversario de  “La Guerra del Paraná», hecho importantísimo que dieron fundamento a nuestra Patria junto con otras epopeyas patrióticas que marcaron  nuestro pasado. El 20 de noviembre, aniversario del combate de Vuelta de Obligado, es para los argentinos el Día de la Soberanía y se recuerda y conmemora como feriado nacional en homenaje a esos héroes que dieron su vida enfrentando al imperio inglés y francés que dominaban  a fuego y muerte la casi totalidad del mundo de aquella época.

Juan Bautista Alberdi, enfrentado políticamente a Rosas, comentaba en esos momentos, desde su exilio chileno: “En el suelo extranjero en que resido, beso con amor los colores argentinos y me siento vano al verlos más dignos que nunca. Guarden sus lágrimas los generosos llorones de nuestras desgracias. Aunque opuesto a Rosas como hombre de partido, he dicho que escribo con colores argentinos: Rosas no es un simple tirano a mis ojos; si en su mano hay una vara sangrienta de hierro, también veo en su cabeza la escarapela de Belgrano. No me ciega tanto el amor de partido para no conocer lo que es Rosas, sé que el nombre de Washington es adorado en el mundo pero no más conocido que el de Rosas; sería necesario no ser argentino para desconocer la verdad de estos hechos y no envanecerse de ellos”.

 Los ingleses levantaron el bloqueo en 1847, mientras que los franceses lo hicieron un año después. La firme actitud de Rosas durante los bloqueos le valió la felicitación del general San Martín y un apartado especial en su testamento: “El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la independencia de la América del Sur le será entregado al general Juan Manuel de Rosas, como prueba de la satisfacción que, como argentino, he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que trataban de humillarla”.

                                                                                                              Por Diana Valante

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