La ministra de Educación de la Ciudad presentó en la Feria del Libro los avances de Secundaria Aprende, el ambicioso programa que impulsa una transformación estructural del nivel medio. Destacó que las 33 escuelas pioneras “dijeron ‘yo estoy’” y remarcó que se trata de una política basada en evidencia y confianza.
En el marco de la 49° Feria del Libro, Mercedes Miguel, ministra de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, presentó los fundamentos y avances del plan Secundaria Aprende, una iniciativa que busca transformar la escuela secundaria desde sus cimientos. Durante una conversación con Patricio Zunini en el auditorio de Ticmas, Miguel explicó que la propuesta apunta a repensar el aprendizaje, recuperar el entusiasmo de los estudiantes y generar nuevas condiciones para que el saber circule con sentido.
En este sentido, remarcó: “Hace muchos años que buscaba repensar la secundaria, que se había quedado estancada”. Según detalló, el Ministerio llevó adelante un diagnóstico profundo que permitió identificar múltiples factores críticos: bajos resultados en lengua y matemática, alta tasa de repitencia y abandono escolar, y un dato alarmante sobre el bienestar emocional de los adolescentes. “Cinco de cada diez chicos reconocía que la estructura emocional no era todo lo buena que nos hubiera gustado que fuera”, precisó.
La ministra explicó que estos indicadores, sumados a las encuestas realizadas a supervisores, directores y estudiantes, delinearon el camino de una política educativa con cuatro grandes dimensiones: la experiencia de los estudiantes, el rol de los docentes, la organización escolar y la manera de enseñar los contenidos. En este punto, enfatizó que el rediseño no implicó modificar el diseño curricular, sino encontrar formas más atractivas y desafiantes de abordarlo. “Estamos rediseñando la escuela secundaria”, afirmó Miguel, y subrayó que el enfoque pone al estudiante y al aprendizaje en el centro.
Uno de los cambios estructurales más significativos del plan es el fin del esquema del “docente taxi”. Según explicó la ministra, se busca que el profesorado permanezca toda la jornada en una sola escuela, lo que permite un vínculo más profundo con los estudiantes, más tiempo para la planificación y una construcción más sólida del trabajo en equipo. A su vez, se refirió a la complejidad emocional que supone una transformación de esta magnitud: “Una reforma educativa es una reforma emocional”.
La ministra aseguró que el cambio ya está en marcha en 33 escuelas pioneras que “levantaron la mano” para sumarse voluntariamente. “Pensábamos que nos íbamos a quedar solos”, reconoció. Sin embargo, muchas instituciones se mostraron interesadas y, tras diálogos sinceros sobre las exigencias del plan, se sumaron con entusiasmo. “Siempre le pido a mi equipo ir con la verdad. Este es el dato. ¿Duele? Sí, molesta un montón, pero es la realidad”, expresó Miguel.
Asimismo, destacó el rol estratégico del acompañamiento institucional. “Sin equipo no hay nada”, señaló, y agradeció tanto al equipo del Ministerio como a los directores y supervisores que participan activamente del proceso. En esa línea, aseguró que se busca pasar de una lógica de regulación permanente a una dinámica sostenida por la confianza. “El sistema educativo es un corazón que late constantemente y son ellos los que van a perdurar”, agregó.
En cuanto al monitoreo del programa, la funcionaria indicó que se está realizando una evaluación permanente. Se recolectan datos tanto cuantitativos como cualitativos, a través de reuniones con directivos y talleres con estudiantes. “Queremos ver qué está funcionando bien y qué tenemos que ajustar”, explicó. Entre los aspectos destacados, mencionó cómo las escuelas reorganizaron sus espacios físicos para favorecer nuevas dinámicas de aprendizaje: “Todos los espacios están habilitados para aprender”.
Además, el programa cuenta con el respaldo de instituciones académicas que evalúan su implementación. Actualmente, la Universidad de San Andrés participa activamente, mientras que la Universidad Di Tella y la UBA colaboran con otros aspectos de la política educativa.
La experiencia porteña también captó el interés de otras provincias. Según detalló Miguel, autoridades de San Juan visitaron escuelas de la Ciudad para conocer el modelo en profundidad, y ya existen intercambios con Corrientes y Entre Ríos. En este marco, el Consejo Federal de Educación elaboró un documento orientador para replicar iniciativas similares en todo el país.
La ministra resaltó también el valor de su recorrido previo en proyectos como Enseñá por Argentina, organización que cofundó y que, según ella, influye en su enfoque actual. “Tenemos muchos alumnos de Enseñá por Argentina trabajando en esta lógica”, sostuvo, y valoró el compromiso de los equipos docentes de las escuelas pioneras. “Se pusieron la diez”, expresó con orgullo.
Por último, hizo referencia al aprendizaje a partir de modelos internacionales. En 2024, funcionarios y directivos viajaron a Brasil para conocer las escuelas de jornada extendida y también estudiaron experiencias de Colombia, Ecuador, Chile, Europa y Estados Unidos. “Hicimos el propio”, afirmó, y subrayó que cada comunidad adapta lo aprendido a su contexto. “Confiamos en que cada equipo directivo tiene la responsabilidad de hacer los ajustes necesarios”, concluyó.
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