Jonatan David Aguilar
Nadie es profeta en su tierra
En los siguientes artículos mensuales intentaremos analizar la epopeya de ser un Papa argentino, porteño y sencillo, que elige la opción preferencial por los pobres en un mundo poscristiano que necesita las credenciales ideológicas para ubicar a las personas y reducirlos a una simple adjetivación.
Francisco es un líder mundial; ha obtenido los mayores índices de popularidad recordados para un papa. Su vanguardia en la lucha por el medio ambiente expresado en su famosa encíclica Laudato Si, la más citada en trabajos fuera del ámbito eclesial, así como el compromiso con los refugiados y los inmigrantes, manifestado en su primer viaje a Lampedusa uno de sus mayores gestos que ubicaron esta problemática en agenda, lo han convertido en un ejemplo de lucha.
Este es el Papa de la misericordia, de los innumerables puentes que ha formado entre los cristianos y otras religiones. Este Papa postula su conocida frase «la Iglesia en salida» como un hospital de guerra, invitando a los jóvenes a salir del claustro de las parroquias y hacer lío frase que exclamó en el encuentro de Jóvenes en Brasil. Este Papa es diferente, en él su estilo,sus gestos y sus encíclicas han generado muchísimos adeptos, así como resistencias.
Ahora bien, ¿qué pasa en Argentina con Francisco? ¿Por qué pareciera que sus más férreos enemigos provienen de su propia tierra?
Aquel mal llamado Peronismo
Francisco, como todo buen argentino, fue víctima de operaciones mediáticas con innumerables acusaciones infundadas. Que si estuvo en la Guardia de Hierro, que si fue entreguista en la dictadura, que si está aliado a Cristina o, por el contrario, si es enemigo; la adhesión política de Francisco pareciera ser un tema de debate nacional.
En el mundo, sus detractores lo tratan de comunista, pero en Argentina el estigma pasa por ser peronista.
En el libro «El pastor» de Francesca Ambrogetti y Sergio Rubin, Francisco se pregunta: «…en la hipótesis de tener una concepción peronista de la política, ¿qué tendría de malo?»
En varias oportunidades, el Santo Padre ya lo negó, pero pareciera más que nada un mecanismo para evitar mostrar lo verdaderamente importante. Francisco, tanto en sus mensajes como en sus acciones, encarna la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) aquella bellísima compilación de documentos donde la Iglesia se manifiesta y deja enseñanzas en materia social, política, económica, familiar, cultural; muchas veces, esas ideas tan radicales son pura y simplemente el Evangelio.
Como él menciona en una entrevista para el portal Perfil, se trata de Mateo 25, lo que él denomina el protocolo de la salvación: «estuve hambriento, y me dieron de comer; estuve sediento, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron en sus casas; no tenía ropa y me la dieron; estuve enfermo, y me visitaron; en la cárcel, y fueron a verme”(MT 25:35-36)
Quizás aquel chiste que hacía Joaquín Sabina sea el gran problema de los ataques a Francisco: «este Papa cree verdaderamente en Jesús».
Su visita a Argentina y un arzobispo villero
En el marco de la celebración de los 10 años de Scholas Ocurrentes, la fundación creada por el Santo Padre para promover la cultura, la educación y el arte en los barrios vulnerables, se llevó a cabo la inauguración de la nueva sede del CBC de la Universidad de Buenos Aires (UBA) en el barrio 31 Padre Mugica. La pregunta no tardó en venir «¿Cuando visitara la Argentina?» y los chicos del barrio escucharon su respuesta: «La idea es el año que viene, vamos a ver si es posible».
Esto no tardó en generar polémica; atrás quedaron aquellas voces que a coro repetían: «¿Y por qué no viene?». Encima esta semana Francisco, elige un cura villero Jorge Garcia Cuerva, como arzobispo de Buenos Aires, a quien ya le endilgaron frases de todo tipo: pobrista, peronista y vaya a saber qué otra cosa, Los medios y los sectores más conservadores de la Iglesia Católica Argentina no tardaron en protestar. Homilias sacadas de contexto, viejos escándalos mediáticos, y hasta su sexualidad se pusieron en juego en editoriales y pases
Francisco patio el tablero con esta designación. Sus diferencias con el anterior arzobispo Mario Poli y el bajo perfil de su arzobispado hicieron que no se demorará en aceptar la renuncia y elegir alguien diametralmente diferente
En un país con una pobreza creciente donde 7 de 10 jóvenes son pobres elegir un hombre que vivía en una casa de chapa en villa la Cava es un verdadero mensaje. También el nuevo arzobispo es reconocido por el trabajo en la pastoral carcelaria; Otra vez resuena el eco de Mateo 25.
Los sectores que lo enfrentan hacen mucho ruido, pero son sin lugar a dudas minoritarios en relación al liderazgo mundial que demostró Francisco.
Esperemos que este Papa tan particular, que nos enfrenta con nuestras contradicciones, pueda el año que viene traernos un poco de esa amistad social que recita en sus encíclicas, que pondera los puentes por encima de los muros y que nos invita a encontrarnos en lo profundo del otro.