En conferencia de prensa realizada, este lunes 19 de julio, en la sede del gobierno porteño, su jefe Rodríguez Larreta, anunció el Plan gradual para devolver la normalidad a la enseñanza en las escuelas.
La situación sanitaria de la Ciudad de Buenos Aires, en cuanto a la emergencia epidemiológica, abre la posibilidad de sumar más horas de clase y de volver a compartir entre los alumnos, la sociabilidad entre sus pares. De acuerdo al descenso de casos. Así lo manifestó el Jefe de Gobierno: “La presencialidad tiene que ser la regla, no la excepción. Venimos haciendo el mayor esfuerzo para garantizar que los chicos aprendan en el aula y se preparen para el futuro junto a sus compañeros y docentes”. El objetivo perseguido, con estas medidas, es que se recuperen las horas de clases habituales y continuar compartiendo las aulas en una sola burbuja entre los alumnos de cada curso.
Es la manera de tener la oportunidad de mejorar la calidad y cantidad de la educación perdida durante la pandemia. Al mismo, volver a interactuar con los compañeros en una misma aula. Es la recuperación de valores indispensable en la formación de los chicos y adolescentes, en la etapa de sus vidas donde es necesario cargar en sus mentes la información necesaria para aspirar a un futuro promisorio. Continuaba Larreta brindando los argumentos para justificar la toma de esta decisión: “Para la segunda mitad del año los alumnos y alumnas necesitan estar más tiempo en las aulas para fortalecer el aprendizaje y los conocimientos”. Junto a él, en la conferencia, estaban presentes el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel; la ministra de Educación, Soledad Acuña; el ministro de Salud, Fernán Quirós; y el subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales, Francisco Resnicoff.
En concreto, el anuncio presenta el plan con un cronograma de aperturas graduales para recuperar impartir la asistencia de manera completa, volviendo a los horarios anteriores y, de alguna manera, estar junto a sus compañeros nuevamente. Seguirán manteniendo todos los protocolos necesarios. Con la modificación, cada aula será una única burbuja, para cada grado o división. Se mantendrá la distancia con el resto de los cursos. Dentro de cada burbuja, también se continuará manteniendo la separación necesaria para protegerse de la propagación del virus. La asistencia será obligatoria. Las excepciones serán para aquellos que tengan algún riesgo personal de salud y para los que convivan con alguna persona de su entorno que padezca ese problema: “Defendimos a fondo la presencialidad. Lo último que hay que cerrar son las escuelas. Y hoy queremos ir por más”.
Estas medidas se refieren a 700 mil alumnos que volverán a un estado bastante similar al que funcionaba antes de la emergencia sanitaria. Con los cuidados correspondientes. Todos sabemos que la situación sanitaria no ha dejado de ser peligrosa. La idea es realizar aperturas con todos los cuidados pertinentes. No es cuestión de arriesgar a lo más preciado que es la vida de los niños y adolescentes. Con la consigna de: “La presencialidad tiene que ser la regla, no la excepción”, Horacio Rodríguez Larreta, avanzó en los conceptos sobre el paso que sigue en la educación: “Los chicos tienen que estar en el aula, aprendiendo, interactuando con los docentes y sus amigos. Es el futuro de nuestros hijos, de nuestro país. La burbuja va a pasar a ser el aula, lo que permitirá que haya más horas de clase y que los estudiantes se vuelvan a encontrar con todos sus compañeros”.
Continuó detallando la manera gradual de como implementará el plan, para los estudiantes del ciclo secundario: “Se avanzará por etapas a partir del 4 de agosto. Si bien las vacaciones terminan unos días antes, el 2 y el 3 de agosto hay mesas de examen para alumnos de secundario. De modo que esos días sólo deberán asistir los chicos que tengan materias previas para rendir. Desde el 4 de agosto volverán a la rutina habitual los alumnos de cuarto y quinto año de secundaria, y los de quinto y sexto año de secundaria técnica. Y a partir del 9 volverán los de primero, segundo y tercero de secundaria; y primero, segundo, tercero y cuarto de secundarias técnicas”.
Una vez que la secundaria haya comenzado con el nuevo sistema, seguirán aplicando medidas similares para el resto de los ciclos educativos, Larreta continúa contando como será resuelto en cada caso: “Una vez completada la secundaria, y siempre que la situación sanitaria lo permita, el 17 de agosto volverán a la rutina habitual los chicos del Nivel Primario, los de modalidad especial, los de escuela para adultos, los del nivel superior no universitario y los de los Centros de Formación Profesional y el 23 de agosto lo harán los chicos y chicas del Nivel Inicial”. En cuanto a los estudiantes de las universidades, también se ha considerado la apertura de las clases presenciales: “A partir del 17 de agosto podrán optar por retomar gradualmente las clases teóricas presenciales. Hoy las únicas actividades universitarias presenciales son las prácticas en talleres, laboratorios y hospitales-escuela, además de los exámenes finales presenciales y los servicios de apoyo académico a los estudiantes”.
En ese sentido se refirió a la cantidad de estudiantes de este nivel que componen el universo universitario dentro de la Ciudad, para los cuales se diseñó el “Régimen de Promoción de Residencias Estudiantiles”, que apunta a aumentar la capacidad de albergar a los estudiantes provenientes del interior del país: También se lanzaron créditos junto al Banco Ciudad. Todo esto también es un primer paso para volver a atraer a los más de 10.000 estudiantes de todo el país que cada año eligen hacer sus carreras universitarias en Buenos Aires”.
Así termino, el Jefe de Gobierno, de explicar de manera pormenorizada, todos los detalles de este cambio en la forma de adecuar la educación, en todos los niveles, en la Ciudad de Buenos Aires, aún con la pandemia en curso: “Se definió un plan gradual para que todos los chicos de todos los niveles, a partir de agosto y de manera progresiva, vuelvan a la presencialidad como era antes de la pandemia. Venimos haciendo el mayor esfuerzo para garantizar que los chicos aprendan en el aula y se preparen para el futuro junto a sus compañeros y docentes”.
Por Francisco Grillo
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