abril 27, 2024
Cultura

“Osvaldo Soriano, nunca se fue, siempre está llegando”

A poco de comenzar el ansiado 2021, uno de los homenajeados de enero, es el querido e inolvidable periodista, escritor de estilo original, donde el sentido del humor está presente.
Soriano nació en Mar del Plata el 6 de enero de 1943, hijo de Araceli y Alberto, un inspector de la empresa Obras Sanitarias. Las obligaciones laborales de su padre lo convirtieron en una especie de nómade…Tiempo después se instalaron en Tandil, la sensación de la huída permanente y la posibilidad de observar a personajes del interior de la provincia de Buenos Aires, marcarían posteriormente toda su obra.
Cuando cumplió los veintiséis años, decidió viajar a la Ciudad de Buenos Aires, para sumarse a la redacción de la influyente revista “Primera Plana”. También se desempeña como colaborador de “Panorama”, “Confirmado”, y para los diarios “El Eco de Tandil”, “Noticias”, “El Cronista” y “La Opinión”.
En 1973 publica su primera novela “Triste, solitario y final”, fue traducida a doce idiomas…Fue el co-fundador del periódico “Página/12”, asimismo, desarrolló tareas de asesor de directorio, redactó las columnas de las contratapas y realizo una corresponsalía para “Il Manifiesto”, de Italia.
El golpe de estado de 1976 lo llevo a iniciar el exilio europeo, primero Bélgica, luego París, donde vivió hasta 1984, año en el que decide regresar a la Argentina.
Durante su estadía en el exterior, precisamente en 1978, escribe “No habrá más penas ni olvido”. Una novela que llegó al cine de la mano de Héctor Olivera, y obtuvo el Oso de Plata en el Festival de Berlín.
En 1980 edita “Cuarteles de Invierno”, logró seis ediciones, fue llevada en dos oportunidades al cine, y en 1981 fue distinguida como la mejor novela extranjera de Italia.
Llegó a vender un millón de ejemplares, entre otros premios, recibió: el Raymond Chandler Award, el Carrasco Tapia-lo otorga la revista chilena “Analisis”, en nuestro país, fue reconocido por las Fundaciones Konex y Benito Quinquela Martín.
El “gordo” Soriano fue un fanático declarado del Club San Lorenzo de Almagro, y esa pasión futbolera, se ve reflejada a lo largo de toda su trayectoria.
Quienes tuvieron el placer de frecuentarlo, comentan que, le gustaba escribir de noche hasta las ocho de la mañana, y luego, dormía hasta las cuatro de la tarde.
Otros trabajos de su producción, son: “Artistas, locos y criminales”,“Rebeldes, soñadores y fugitivos”, “A sus plantas rendido un león”, “Cuentos de los años felices”, “La hora sin sombra”, “Piratas, fantasmas y dinosaurios”,
Víctima de un cáncer de pulmón, falleció el 29 de enero de 1997, sus restos descansan en el Cementerio de la Chacarita.

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