abril 19, 2024
Cultura

Semblanza de John  Main, el monje Benedictino del siglo XX que unió oriente y occidente en la meditación contemplativa

Por  Miriam Giampietro*

 La búsqueda de la verdad, de la esencia de vida, de porque existimos, de cuál es el significado de nuestra vida en esta Madre Tierra, a veces nos lleva a recorridos impensados, hasta que vislumbramos   un sendero, siempre interior,  que nos abre a esos posibles significados, o como mínimo,  al inicio de un encuentro con la vida más profunda que anima el universo todo.

Cuando la búsqueda es sincera, profunda, como ocurrió con este monje benedictino, pueden suceder transformaciones impensadas.

John Main, fue monje benedictino y  queremos contarte su historia y su legado. Nació en Inglaterra en 1926, fue el cuarto de los seis hijos de David y Eileen Main.  En sus 56 años fue periodista, soldado, abogado, diplomático, conferencista  universitario, y luego de un intenso camino espiritual, se convirtió en uno de los grandes maestros contemporáneos sobre Oración Contemplativa.

El Padre Griffiths,  (monje y místico que vivió en el sur de la India) escribió poco después de su muerte: “fue el líder espiritual más importante de la Iglesia de hoy en día”.

John Main  decía que en el mundo en que vivimos,  para muchas personas la fe  ha perdido su significado  y  las instituciones religiosas no  responden a las necesidades de muchas personas, especialmente de los jóvenes.

La profunda transformación en su vida,  se produce en este recorrido por Oriente y fundamental en el encuentro con el monje hindú SWAMI SATYANANDA, maestro de yoga y gurú en su India natal y en Occidente, que transforma su mirada de la fe  y de la búsqueda de Dios.

El contacto y el aprendizaje con este monje hindú, sin desviarse de su fe  cristiana,  le hizo sentir que estaba en presencia de un hombre Santo, un Maestro, un hombre de Espíritu, cuya fe estaba viva en el Amor y en el  servicio a los demás.  Fue con este maestro espiritual, que  aprendió el camino del “mantra”  y reconoció el valor de esta práctica que profundizo y enriqueció a las demás formas de oración cristiana.

 Este aprendizaje John Main  lo revela en un escrito de aquellos años: “Quede profundamente impresionado por su pacífica y calma sabiduría. Para el SWAMI SATYANANDA, el objetivo de la meditación es llegar a ser conscientes del espíritu que habita en nuestro corazón, que envuelve todo el universo, y que en el silencio es amor para todos”.

 Con humildad y  conmovido por las antiguas escrituras Indias, los Upanishads, y por la intensidad espiritual del Swami,  aprendió a meditar y allí comprendió las palabras de Jesús: “El Reino de Dios no viene de una forma manifiesta. Nadie dirá: Mira esta aquí o está allí, porque el Reino de Dios ya está entre Ustedes” (Lucas 17:20,21).}

En esta búsqueda de la verdad de Dios en el interior de cada uno, John Main se encontró con las enseñanzas de otro maestro,  un monje del siglo IV,  Juan Casiano,  y allí toma conciencia de que estas prácticas  formaban  parte de la tradición cristiana.

Esta tradición provenía de los Padres y Madres del Desierto que se había sostenido a lo largo de la Edad Media. Ellos  practicaban  la sencilla disciplina del monologian,” la oración de una sola palabra”, que ayudaba a controlar las distracciones de la mente, sobre todo en el momento de la oración.

Los Padres y Madres del Desierto eran monjes del siglo III  que tuvieron que huir de la persecución a los cristianos y se fueron al desierto.  Estos cristianos que escaparon de la persecución de Roma,  le enseñaron la “Oración del Corazón”.

John Main  comprendió que este era un camino de oración disponible para todos los cristianos y  las personas que no tuvieran una fe en particular.  Lo que Casiano había aprendido en los desiertos de Egipto era lo que John Main había aprendido del monje hindú, tres años antes de convertirse en monje benedictino.

 Lo que ambos tenían en común era la enseñanza de la repetición de una breve palabra o versículo que conduce  al silencio interior y a la relación profunda con Dios en el interior de cada uno.

Esta revelación fue muy profunda y como maestro espiritual, condujo a miles de personas alrededor del mundo a descubrir ese “reino interior” a través de la práctica diaria y disciplinada de la meditación  y del sendero de la oración contemplativa.

*Miriam Giampietro es coordinadora de meditación cristina en Córdoba 

[email protected]

Bibliografía:   Meditación Cristiana. Paul Harris  –  De la Palara al Silencio. John Main – Anhelo de Profundidad y Sentido. Aprender a meditar con John Main .

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