abril 25, 2024
Noticias

De cómo nos informamos y los porcentajes de audiencia en cada soporte

Entre las tantas transformaciones que han tenido lugar en nuestra vida cotidiana desde la aparición de Internet, tal vez una de las más llamativas es el cambio en el modo en que nos informamos. Sin embargo, el sentido de este cambio no es el que puede suponerse a simple vista. Por un lado, las nuevas herramientas con que contamos para informarnos, más que reemplazar a las tradicionales, hasta ahora han venido a complementarlas. Por otro lado, la creciente interacción de los usuarios con los nuevos medios digitales no nos dice demasiado acerca de la calidad de la información ni del debate de ideas.

Internet como parte de un entorno

Según los datos obtenidos por el Sistema Nacional de Consumos Culturales en 2006, la gran mayoría de los argentinos recurre a más de un medio a la hora de informarse. Entre ellos, la televisión seguía siendo el medio preferido por un 51.8%, atravesando todas las regiones del país y todos los sectores sociales. Luego, la radio con el 47.6% y, en tercer lugar, el diario con el 46.8%. Las cifras para Internet, por su parte, resultaron ser considerablemente menores, alcanzando apenas el 8.5%; prácticamente a la par de las revistas (8.3%).

Hasta la fecha no contamos con datos más actualizados, sin embargo, y más allá de la valoración que podemos hacer respecto de los diferentes medios que utilizamos, lo cierto es que, de acuerdo con sus funciones y características, cada uno de ellos ocupa un lugar diferente en nuestra vida diaria y ese lugar está en estrecha relación con el resto de las actividades que desarrollamos. Por la mañana, la información suele recibirse en mayor medida de la radio, acompañando la realización de otras tareas tanto dentro como fuera del hogar.

La TV, por su parte, se concentra en la tarde /noche, cuando nuestras actividades son más estáticas como, por ejemplo, la hora de la cena. Respecto de Internet se observa que la frecuencia de lectura desciende durante los fines de semana, momento en el que aumenta la lectura de diarios. Internet es mucho más utilizada durante los días hábiles, apareciendo estrechamente vinculada con el horario de trabajo. Esto nos permite afirmar que los usos que le damos a cada medio empalman de manera directa con el resto de nuestra rutina diaria.

El entorno mediático

Ante este escenario, el experto en comunicación de origen francés Dominique Wolton señala que vivimos en un “entorno mediático”, en un ambiente en el cual cada nuevo medio que incorporamos se acopla a los ya existentes, estableciendo entre sí una relación más del orden de la complementariedad que de la competencia.

En nuestro país, a partir de la proliferación de los cibecafés y locutorios, ha sido muy considerable el crecimiento de la cantidad de usuarios de PC. En el último año han contribuido de manera notable en esta dirección la implementación del programa Conectar Igualdad, mediante el cual el gobierno nacional lleva entregadas 1.800.000 netbooks a estudiantes y docentes de escuelas secundarias. A ello se suman los grandes mejoramientos en materia de conectividad impulsados por el plan nacional Argentina Conectada. Actualmente, la penetración de Internet en nuestro país alcanza aproximadamente el 67% de la población, según datos de Internet World Stats del año 2011. Sin embargo, esto no implica nada respecto de los usos efectivos que se hacen de las nuevas tecnologías adoptadas.

Un dato sumamente interesante publicado en junio de 2011 por IAB en su informe “El Estado de Internet en la Argentina” a junio de 2011, es que la categoría “Noticias e Información Online” tiene la audiencia más fuerte de Latinoamérica en Argentina, llegando al 71 % de los usuarios en marzo de 2011. Con esto se está superando el promedio mundial, según datos de Comscore, consultora especializada en la temática.

Ahora bien, hasta el año 2006 sólo el 1.2% tenía a la Web como único medio para informarse. Es decir que, si bien Internet se encuentra en franco ascenso como medio informativo, no estamos en condiciones de afirmar que estamos ante el reemplazo del papel por la pantalla, ni que las nuevas tecnologías estén sepultando a los medios tradicionales.

Hábitos informativos y construcción de las noticias

Las cifras mencionadas más arriba nos muestran que en nuestros hábitos informativos hay una clara tendencia hacia el predominio de lo audiovisual por sobre lo impreso y de la imagen por sobre el texto. Esto implica una lógica de más fácil y más rápido acceso y procesamiento de la información, requiriendo menor concentración de la atención.

Como correlato, los medios de comunicación e información, tanto audiovisuales como gráficos, se ven cada vez más exigidos de cumplir con ciertos requerimientos en su manera de presentar las noticias a fin de no “aburrir” a sus audiencias, lo cual ha reforzado dicha tendencia, dando lugar a un fenómeno particular en el campo periodístico: los géneros de la información y del entretenimiento se mezclan de manera tal que las formas de comunicar propias del espectáculo -más ligadas a la imagen que al texto- resultan difíciles de separar de los modos en que se presentan las noticias. En relación con esto, podemos mencionar que el 40% de las personas que declaran leer las noticias por Internet dicen hacerlo porque “es fácil y entretenido”, mientras que otro 40% se refiere a la velocidad con que Internet mantiene actualizadas las noticias como el valor fundamental, siguiendo la Encuesta Nacional de Consumos Culturales.

Otro de los aspectos que más se valora al elegir Internet como canal de información es la posibilidad de interactuar con el medio. En efecto, las herramientas de la llamada Web 2.0 -blogs, redes sociales, foros de discusión- por sus propias características de interactividad amplían los canales de expresión y multiplican los espacios de debate, haciendo posible otro tipo de relación con lo que leemos. De este modo, el consumidor de noticias en Internet está potencialmente habilitado y, de algún modo, inducido a participar más activamente en la producción de las noticias, como un tipo particular de productor, editor y emisor de textos e imágenes. Por el lado de la “producción” o de la “oferta” clásica de noticias, es un hecho incontrastable la crisis de la prensa escrita, como bien lo ha señalado el semiólogo Ignacio Ramonet en su último libro, en el cual advierte sobre los riesgos que esto conlleva para la calidad de la información.

Construcción  de la noticia y agenda mediática

Si por una parte nos preguntamos en qué se ha convertido el periodismo en la era digital, por otra parte podemos preguntarnos cómo somos como lectores, en la medida en que estas características de los nuevos medios marcan diferencias importantes en la manera en que leemos las noticias, procesamos la información y la comentamos con otros, lo cual no afecta

sólo nuestros hábitos informativos individuales sino la forma en que la información circula en nuestro entorno, se difunde en la sociedad y tiene efectos en nuestras acciones individuales y colectivas.

¿Podemos afirmar la existencia de una mayor participación de los lectores en la construcción de las noticias como tales? ¿Influyen estos cambios en la calidad de los debates que se dan al interior de las distintas redes sociales y páginas de Internet? ¿Deberíamos limitarnos a hablar de esta participación como un simple “auge de la expresividad”? ¿De qué modo participamos como “lectores” en el engranaje de construcción social de las noticias?

Además de pensar cuál es el eje de construcción de “la noticia” o cuál es el peso relativo de la llamada “agenda mediática”, podemos pensar hasta qué punto tomamos los comentarios, agregados y reflexiones de otros como parte de un proceso de construcción de una noticia y cuál es la credibilidad y el valor que tienen para nosotros esas voces anónimas de gente que “sube” sus opiniones a la Red. En otras palabras, cabe preguntarse si los cambios que Internet introdujo en el modo cotidiano de informarnos llegan a transformar la lógica de construcción social de las noticias más allá de modificar nuestros hábitos informativos.

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