Llega la Navidad, y la fila para comprar el Pan Dulce más famoso de la Ciudad se hace interminable.
Plaza Mayor, es el restaurante que se convierte en uno de los lugares más visitados por los porteños en los días previos a la Noche Buena, para comprar el clásico Pan Dulce.
Hace aproximadamente 30 años que el restaurante Plaza Mayor, ubicado en la equina de San José y Venezuela, de esta Capital Federal, se convirtió en un paso obligado de cientos de personas quieren comprar el mítico Pan Dulce, para tenerlo en su mesa, a pesar de tener que hacer largas colas.
Lo que ocurre es que para los que ya los que ya lo conocen, el restaurante Plaza Mayor, que se encuentra en el barrio porteño de Monserrat, logra que a pesar de los años, la calidad se mantenga intacta.
Federico Yahbes, gerente del lugar, opina que esta tradición de los porteños, de ir a comprarles el pan dulce, se debe a que mantienen la receta de su abuela intacta, no le han ni agregado ni quitado un gramo.
En el año 1985 la abuela le pasó la receta a su hijo Ricardo, con todos los ingredientes necesarios para que no pierda excelencia. En aquel tiempo solo lo hacían para acompañar la sidra que ellos vendían en épocas festivas.
Federico Yahbes recuerda que “Cuando mi papá arma el restaurant teníamos sidra suelta y él la quería fomentar. Entonces le pide la receta de pan dulce a mi abuela para incluirla con la sidra y que se fomente. Nosotros regalábamos una copita de sidra con una rodaja de pan dulce y así fue la gente enganchándose. Porque este pan dulce se conoció de boca en boca, no hicimos publicidad. Así fue haciéndose la fama”.
Y agrega con cierto orgullo familiar que “La gente elige nuestro pan dulce por sobre otros porque respetamos la receta original de mi abuela, y hoy con la misma calidad, sin hacer la truchada de sacarle un poquito total no se van a dar cuenta, un pan y diez almendras, son diez almendras”.
Los clientes que se acercan a comprar vienen de distintos barrios de Capital y del Gran Buenos Aire, para llevarse su pan dulce, a pesar de tener que hacer las filas para obtenerlo. Pero claramente prefieren esperar, pero llevarse a sus casas la mejor calidad.
Por ejemplo, Norma viene desde la localidad de Avellaneda para comprar en Plaza Mayor este manjar y relata: “Vengo hace unos años porque para mí es un pan dulce muy rico y los que conocemos de pan dulce siempre venimos acá. Hay que hacer fila pero no importa porque después lo llevamos a casa y lo disfrutamos con la familia, sobre todo en navidad. Lo comparto con mis hijos, mi nuera y dos nietos“.
